Dos formas de invertir el dinero de los molinos de viento

La Muela y Fuendetodos son dos municipios de Zaragoza con algo en común: ambos alquilan parte de sus terrenos municipales para grandes aerogeneradores. Sin embargo, los ingresos que recibe cada uno de ellos los destinan a cosas muy diferentes y, en el caso de La Muela, no todo era trigo limpio. Esta mañana nos hemos despertado con la detención de su alcaldesa, María Victoria Pinilla, y otras 17 personas por un supuesto caso de corrupción urbanística y blanqueo de dinero.

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Aerogeneradores de La Muela (Zaragoza)

En los años 80, cuando se instalaran los primeros molinos de viento, La Muela era un pueblo situado en medio de la nada y rodeado de campos no fértiles, a unos 23 kilómetros de Zaragoza. Su población apenas llegaba a los 1.000 habitantes. Hoy, este municipio, considerado uno de los más ricos de España, ha experimentado un gran desarrollo urbanístico hasta multiplicar casi por cinco su población. Y en ello han tenido mucho que ver los ingresos recibidos por el alquiler de sus terrenos municipales para los 15 parques eólicos y 500 molinos de viento gestionados en su mayoría por Gamesa. Hace 22 años, la alcaldía de este pueblo vio una gran oportunidad en el negocio eólico. Y no le ha ido mal.

Como cuenta el encargado de una ferretería del pueblo, "La Muela ha cambiado mucho durante estos últimos años: ahora hay mucha más gente, pero también contamos con más y mejores servicios, se ha creado un Club Deportivo con piscinas, jacuzzi, pistas de tenis...; una ludoteca, guarderías, un pabellón, tres museos —entre los que se encuentra el Museo del Viento, un importante centro de interpretación de energía eólica—; una gran plaza de toros donde han actuado artistas como Julio Iglesias... y el gran polígono industrial de Centrovía, donde se concentran unas 500 empresas". Este último complejo supera incluso a la Plataforma Logística de Zaragoza y también ha ayudado en gran parte al desarrollo económico del pueblo.

Además de la construcción de nuevas instalaciones y servicios, el Ayuntamiento de La Muela ha dedicado parte de su presupuesto municipal a ayudas directas para sus vecinos. Lo más llamativo son los viajes que cada año organizan en este pueblo de la comarca de Valdejalón a diferentes lugares exóticos: "Yo no he llegado a ir nunca, pero conozco gente que se ha ido a Punta Cana, Riviera Maya e incluso a Canadá o Finlandia con subvenciones que ha dado la Alcaldía, y siempre se ha llenado el avión; recuerdo que el año pasado, en Semana Santa, hubo un viaje a Eurodisney que fue una ganga", cuenta este vecino, quien añade que, "en invierno también hacen salidas para esquiar".

Pero eso no es todo: "La alcaldesa también ha dedicado dinero para financiar actividades extraescolares de los niños, pagar las fiestas del pueblo (gratuitas para los muelenses), ayudar a los estudiantes universitarios con becas, e incluso pagar revisiones médicas.

Este ferretero, que vive en la Urbanización de chalets Alto de la Muela (a pocos kilómetros del centro), ha visto cómo la población de este pueblo ha crecido rápidamente. "Cuando se construyeron los primeros molinos de viento, el municipio apenas tenía 1.000 habitantes, y hoy ya somos más de 5.000; sobre todo se nota en los colegios, donde cada vez hay más niños". Para este zaragozano, "sólo hay que ver la cantidad de pisos y chalets que se han levantado en los últimos cuatro o cinco años, y lo que se ha quedado parado con la crisis inmobiliaria: más de 6.000 viviendas están a medias con los terrenos ya urbanizados". De hecho, la urbanización donde vive este mueles (una de las más extensas de Aragón), comenzó siendo una zona de segundas viviendas para los fines de semana y las vacaciones. Hoy la gente vive allí durante todo el año.

Otra forma de invertir el dinero:

A unos 60 kilómetros de La Muela, se encuentra el pueblo de Fuendetodos, cuyo alcalde, al igual que Pinilla, decidió invertir en la energía eólica hace cuatro años. Este municipio de 171 habitantes cuenta con un parque eólico desde 2004, con 72 molinos dentro de su término municipal.

Para el alcalde del pueblo, Joaquín Gimeno, "fue toda una lotería". Como cuenta él mismo, "los 300.000 euros que recibimos cada año de este parque, lo dedicamos al desarrollo turístico y cultural del pueblo en torno a la figura de Goya —ya que fue aquí donde nació el pintor—, y por ejemplo, hemos construido un hotel, tres restaurantes y un pequeño albergue para las más de 20.000 visitas que recibimos al año; aunque nuestro verdadero interés es la rehabilitación del pueblo y huimos de los negocios urbanísticos".

No hace mucho tiempo, Gimeno tuvo la opción de unirse a un plan urbanístico de más de 200 viviendas. "Hace dos o tres años recibí la visita de varios señores "con puro y mercedes" que me plantearon la idea, pero en cuanto les dije que no nos interesaba hacer más casas, no volvieron a aparecer", explica el alcalde de este pueblo, cuya población apenas ha aumentado desde la instalación del primer molino eólico. Sin embargo, este vecino de Fuendetodos incide en que, "esto no significa que la gente no pueda venirse aquí a vivir y construirse una casa en el pueblo, eso lo vemos más como un crecimiento natural, y esperamos que ocurra, pero de forma coordinada".

Gimeno es consciente de que 300.000 euros al año es una cantidad muy grande para un pueblo tan pequeño, y por eso estudian muy bien la forma de invertir en beneficio del pueblo todo ese dinero. "Hemos construido un taller de grabados y un centro de interpretación de la naturaleza, donde un grupo de biólogos trabaja en un programa ambiental; y hemos creado servicios que antes no existían, como por ejemplo, una panadería, hemos contratado un alguacil, una brigada municipal de albañiles y hemos rehabilitado un antiguo granjero para celebrar los actos del pueblo".