Sarkozy y Lula exigen que del G-20 salga una regulación del sistema financiero

París.-  París, 1 abr (EFECOM).- Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se esforzaron hoy en poner presión al G-20, de cuya cumbre de mañana exigen que salga una regulación del sistema financiero, al que culpan de la crisis actual por falta de instrumentos de control.

Sarkozy, en una comparecencia conjunta con Lula al término de un encuentro entre ambos en París, subrayó que los dos "queremos que el mundo cambie y que haya un mínimo de regulación, teniendo en cuenta el desastre que ha supuesto la desregulación".

"Las turbulencias que estamos viviendo hoy son consecuencia de la falta de gobernanza, de la falta de responsabilidades" en el sector financiero, reafirmó Lula da Silva, que advirtió a sus homólogos del G-20 de que ellos dos no están dispuestos a "asumir la responsabilidad de una reunión fracasada" en Londres.

"Las decisiones que tomaremos tendrán que ser políticas", afirmó antes de subrayar que "habrá que restablecer el crédito en el mundo" para que así se recupere la confianza.

El presidente francés, que insistió en la "total identidad de puntos de vista" con su homólogo brasileño, avanzó que los ministros de Exteriores y de Finanzas trabajan en "una contribución común de Brasil y Francia para una nueva gobernanza mundial".

Lula, que se viene erigiendo como portavoz de los países emergentes, dio por hecho que "habrá resistencia" por parte de algunos miembros del G-20 para dar su visto bueno a regular los mercados financieros, y en particular a la iniciativa para combatir los paraísos fiscales.

"No todos los amigos piensan de la misma forma", ironizó tras haber denunciado que "no es aceptable" que "alguien pueda retirar dinero del sistema productivo para especular".

Lula, que fue recibido por Sarkozy en el Elíseo para un almuerzo de trabajo de algo más de una hora de duración antes de que los dos iniciaran viaje para Londres, comentó que "el sistema financiero debe estar vinculado al sector productivo, (...) debe servir para eso, no para especular".

El presidente brasileño lanzó críticas en particular a Estados Unidos, al recordar que había sido allí donde nació la crisis actual, y señalar que ahora lo que no hay que permitir es que genere "un caos" que afecte de forma particular a las poblaciones de los países pobres.

Ante esa situación que ellos han originado -continuó-, los países ricos "no pueden eludir las responsabilidades" por la diseminación de "los créditos podridos".

Sarkozy, que esta misma tarde se reúne en Londres con la canciller alemana, Angela Merkel, para concertar la posición común franco-alemana en la cumbre del G-20, había indicado esta mañana que hasta ese momento los negociadores no habían llegado a un acuerdo satisfactorio y que él no suscribiría "un comunicado de falsos compromisos".

En una entrevista radiofónica, descartó que se pueda mantener el sistema financiero tal y como está, después de haber "permitido a ciertas personas asumir riesgos desconsiderados" y conducido a la crisis actual. También dijo que no aceptará que se retrase "a otras cumbres la resolución de problemas cuya naturaleza conocemos".

"La crisis que vivimos nació de una crisis financiera" y por eso "hay que centrarse" en primer lugar en "una regulación" de ese sistema, dijo.

Sobre la lucha contra los paraísos fiscales, Sarkozy precisó que su objetivo es que en Londres se dé una definición, se establezca "una o varias listas" de los centros financieros que no se ajustan a las reglas de la OCDE en cooperación contra el fraude fiscal, y que se impida que los bancos trabajen con ellos.

Recordó que más del 60 por ciento de los fondos especulativos están domiciliados en paraísos fiscales, y lamentó que "un cierto número de socios" en el G-20 no parecen ser muy proclives a combatirlos cuando "ahora hacen falta hechos".