Los ecologistas, satisfechos con la paralización de la planta de biodiesel en Gijón

Oviedo.-  La Coordinadora Ecologista de Asturias ha mostrado hoy su satisfacción con el anuncio de la paralización definitiva del proyecto de la planta de biodiésel que la empresa Natura-Energías Renovables S.L., del grupo Jiménez Belinchón, pretendía construir en el muelle de la Osa, El Musel (Gijón),

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(EFE)

El consejero de Industria y Empleo, Graciano Torre (i), junto al presidente de FADE, Severino García Vigón (4i), y el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Asturias, Jesús Portilla (2i), durante la entrega de diplomas en la Asamblea General Ordinaria de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Asturias.

El grupo ecologista informa de que ellos habían alegado solitariamente contra este proyecto en todas sus fases y denunciado la rapidez con que el Principado había dado todas las autorizaciones ambientales en menos de un año, cuando lo habitual es más del doble de este tiempo en conseguir estos trámites.

Entre los problemas que hubiera podido acarrear esta infraestructura indican que todo lo previsto en la planta resultaba claramente desproporcionado, como la existencia de unos tanques con una capacidad de almacenamiento de 822.750 metros cúbicos, lo que, en su opinión, "resulta una cantidad importantísima para productos inflamables, con el riesgo correspondiente, en unas zonas muy humanizadas como son los barrios de Natahoyo y la Calzada".

Agrega que "uno de esos tanques es el de metanol altamente inflamable" y apunta que "no se puede olvidar que al lado hay tres terminales petrolíferas todo en un radio de 500 metros".

Añaden que el proceso utilizado era para el lavado con agua acidulada era "obsoleto" y que "eso suponía que se iba a gastar mucha agua potable y generar muchos residuos y aguas residuales que todavía no se sabe que se iban hacer con ellos, pero esta claro que una parte acabara en la bahía gijonesa, porque no contemplaba depuradora alguna".

Asimismo, asegura que este proyecto iba a aumentar "la importante contaminación atmosférica de Gijón por la combustión de la térmica prevista, para destruir la glicerina producida en el proceso", la contaminación acústica de la zona urbana próxima, que "ya supera la ordenanza municipal, y el transito de mercancías peligrosas como el metanol, lo que supondría un "riesgo" para los habitantes de los barrios periféricos y sus viviendas.

Para los ecologistas, este "nuevo fracaso del Gobierno regional, vuelve a demostrar que no hay tráficos que justifiquen la ampliación de El Musel, que se esta ejecutando, a pesar de que se facilitó a todas las empresas del mundo instalar lo que quisieran en esta dársena, sin importar el que y el porque de la instalación".