La propuesta de Micheletti abre una salida a la crisis, según analistas

Tegucigalpa.-  La disposición del nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, a renunciar al cargo si el depuesto mandatario Manuel Zelaya no regresa al país abre una salida a la crisis política hondureña, coincidieron hoy analistas y dirigentes.

La propuesta de Micheletti "puede ser una solución", dijo hoy a Efe el analista político Raúl Pineda, quien afirmó que ahora "la pelota está en el terreno del ex presidente Zelaya".

El candidato presidencial del opositor Partido Nacional, Porfirio Lobo, calificó de "encomiable" la actitud de Micheletti de "deponer un interés particular", lo que abre "una ruta, una avenida posible de solución".

El dirigente campesino Rafael Alegría, miembro del movimiento social que apoya al depuesto mandatario, también valoró como "positivo que Micheletti esté dispuesto a renunciar".

Sin embargo, "lo que veo difícil es que no regrese Zelaya, porque a él quien lo escogió fue el pueblo", opinó Alegría, en referencia a que Micheletti condiciona su eventual renuncia a que el depuesto jefe de Estado no vuelva a Honduras.

"Si en algún momento, si la decisión para que haya paz y tranquilidad en el país, sin retorno, que conste, del ex presidente Zelaya, (es renunciar) estoy dispuesto a hacerlo", afirmó Micheletti ayer ante preguntas de la prensa sobre su eventual salida del cargo.

Zelaya ha dado un ultimátum hasta el sábado para que el Gobierno de Micheletti le restituya en el poder y ha llamado a la "insurrección" a los hondureños.

Lobo reiteró su confianza en que el diálogo auspiciado por el gobernante de Costa Rica, Óscar Arias, que continuará el próximo sábado con ambas partes, "pueda resolver la situación" e insistió en que "ninguna actitud inflexible es positiva para Honduras".

De cara al diálogo, la actitud de Micheletti "marca una diferencia", y habrá que ver si de parte del mandatario depuesto "existe una posición de ceder; lo menos que puede hacer el ex presidente Zelaya es también ceder de su parte", señaló Pineda.

Por el contrario, Alegría apuntó que "el otro paso que debería anunciar Micheletti es si va a permitir que regrese Manuel Zelaya", y advirtió que designar a otro jefe de Estado significaría "seguir en la ilegalidad".

Los militares derrocaron a Zelaya y lo expulsaron del país el 28 de junio pasado; horas después fue destituido por el Parlamento, que designó a Micheletti para concluir el mandato de cuatro años del presidente depuesto, hasta el 27 de enero de 2010.

Para hacer el nombramiento, el Legislativo se basó en un artículo constitucional que establece que, en ausencia absoluta del mandatario, le sustituye el vicepresidente, pero si éste tampoco está (renunció en 2008), lo hace el jefe del Parlamento, cargo que tenía el ahora gobernante.

El mismo artículo añade que, si el jefe del Parlamento tampoco asume la Presidencia, le corresponde al titular de la Corte Suprema de Justicia, recordaron el analista Pineda y el ex magistrado del máximo tribunal Rigoberto Espinal.

Espinal, asesor del Ministerio Público, se mostró contrario a que Micheletti renuncie porque instalar otro Gobierno "posiblemente alargaría la incertidumbre".

Además, la comunidad jurídica internacional percibiría la dimisión como que "no sabemos lo que estamos haciendo", indicó.