Seguridad, migración, crisis y gripe A, los retos de la cumbre norteamericana

México.-  La seguridad ciudadana, con especial énfasis en la lucha antidrogas, la migración de mexicanos a Canadá y Estados Unidos, la crisis económica mundial y la epidemia de gripe A son los principales retos de la cumbre norteamericana que comienza mañana en la ciudad de Guadalajara, en el oeste de México.

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(EFE)

Uno de los alicientes de esta quinta edición de la cita regional será la presencia del presidente estadounidense, Barack Obama. EFE/Archivo

Uno de los alicientes de esta quinta edición de la cita regional, tras las realizadas en Crawford (Texas, EE.UU.), en 2005; en Cancún, en 2006; en Montebello (Québec, Canadá), en 2007, y en Nueva Orleans (EE.UU), en 2008, será la presencia del presidente estadounidense, Barack Obama.

Se trata de su primera aparición en la cumbre norteamericana, un legado del Gobierno de George W. Bush, que lanzó la llamada Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) en 2005. El mexicano Felipe Calderón acude por tercera vez, mientras que el canadiense Stephen Harper ha asistido a todas.

En su calidad de anfitrión, México intentará lograr de EE.UU. el compromiso de desembolsar el total de la ayuda antidroga pergeñada durante la era Bush a través de la Iniciativa Mérida, ante las dudas surgidas en los últimos días por las críticas a la acción del Ejército mexicano en el combate a los carteles.

El 15 por ciento de los 1.400 millones de dólares pactados para el período 2008-2010 permanece retenido hasta que el Departamento de Estado envíe un informe al Congreso en el que demuestre que la nación latinoamericana respeta los derechos humanos en ese ámbito.

México asegura que el Ejército, puntal de la estrategia antidroga de Calderón, ha actuado "de manera correcta", aunque reconoce que "ocasionalmente y de manera aislada se presentan situaciones que pueden catalogarse como abusos de autoridad o de poder", en medio de denuncias constantes de varios sectores.

La confianza en el trato que deben haber adquirido Barack Obama y Calderón, después de coincidir en seis foros regionales desde la investidura del gobernante estadounidense en enero pasado, podría ayudar a despejar las dudas en Guadalajara.

Además, es la segunda vez que Obama visita México desde que llegó al poder -la primera vez fue en abril pasado- y el viernes el Senado de EE.UU. ratificó a Carlos Pascual como embajador en el país latinoamericano, una plaza que permanecía vacante desde el fin de la era Bush, lo que dará más fluidez al diálogo.

Por otra parte, teniendo en cuenta la fuerte interacción de las economías de los tres países, que forman un bloque similar al de la Unión Europea, la crisis financiera global será también un tema a tratar, sobre todo por la proximidad de la cumbre de los países del G-20 en Pittsburg (Pensilvania) el mes próximo.

Al igual que la gripe A, pues no hay que olvidar que México y Estados Unidos son dos de los tres países más afectados por la epidemia junto con Argentina.

Otra de las cuestiones que podrían caldear los ánimos en la cumbre tiene que ver con la decisión de Canadá de imponer visados a los viajeros mexicanos, que ha enturbiado la habitualmente plácida relación entre los dos países.

La medida, anunciada el 12 de julio pasado, causó una fuerte polémica en México y motivó largas colas en el consulado canadiense en la capital mexicana.

Otawa la justificó por el aumento de las peticiones de refugio de ciudadanos mexicanos -más de 9.400 en 2008, un 25 por ciento del total de solicitudes-, pero no pudo evitar que Calderón respondiera con el anuncio de que pedirá visados a los diplomáticos y funcionarios canadienses que quieran entrar a México.

Para tratar estos asuntos, los mandatarios dispondrán de reuniones bilaterales mañana, domingo, antes de la cena privada previa a las actividades principales de la quinta cumbre de Líderes de América del Norte, que tendrán lugar el lunes.

El centro de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, cuna del tequila y los mariachis, ha sido fortificado para la ocasión con el despliegue de miles de soldados y policías, a la espera de posibles manifestaciones.

La primera, realizada este sábado por la organización ecologista Greenpeace para reclamar a los tres países el uso de energías limpias, tuvo carácter pacífico.