Micheletti promete respetar la embajada de Brasil tras desalojar a los manifestantes

Tegucigalpa.-  El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, prometió hoy al gobernante de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que respetará la embajada de ese país, donde se refugia el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, cuyos seguidores fueron desalojados del lugar por la Policía.

Tras el desalojo hubo decenas de detenidos y heridos, sin que las autoridades hayan confirmado víctimas mortales, mientras que personal de las Naciones Unidas, en coordinación con el Ministerio Público, llevó agua y alimentos a Zelaya y sus acompañantes, porque se les había agotado.

El Ministerio Público llevó a sus casas a al menos 162 personas que se habían refugiado en la embajada durante el desalojo, dijo a Efe el portavoz de la institución, Melvin Duarte.

"Le digo públicamente al presidente Lula da Silva: nosotros vamos a respetar su sede porque esa es tierra del Brasil y la vamos a respetar, siempre y cuando ellos contesten a nuestras peticiones", expresó Micheletti en declaraciones en la Casa Presidencial.

Explicó que Brasil debe decidir si le otorga asilo a Zelaya o lo entrega a las autoridades hondureñas, pues tiene pendientes órdenes de captura por delitos políticos y comunes.

Una irrupción en la legación de Brasil "nos traería aún mayores problemas", reconoció en declaraciones a la prensa la vicecanciller de Micheletti, Martha Alvarado.

Zelaya advirtió a medios locales de que "si se cometiera un error de esa naturaleza, sería otra sumatoria de errores muy grave, de muy graves consecuencias" e "imperdonable" para el Gobierno de facto.

Micheletti también calificó de "correcto" que Lula le haya pedido a Zelaya, hoy mismo desde Nueva York, que no dé argumentos para la invasión de la embajada por las fuerzas de seguridad hondureñas para detenerlo.

El Gobierno extendió el riguroso toque de queda, vigente desde el lunes, a partir de las 18.00 horas locales de hoy (00.00 GMT) hasta las 06.00 horas (12.00 GMT) de mañana, miércoles.

A pesar del toque de queda, grupos de seguidores de Zelaya protagonizaron disturbios en algunos barrios y colonias de Tegucigalpa horas después del desalojo, sin que se registraran víctimas, según los medios locales.

Al menos una veintena de personas resultaron lesionadas en el desalojo en la embajada y fueron atendidas en el estatal Hospital Escuela, mientras que la Policía confirmó la detención de otras 150, un centenar de ellas por violar el toque de queda y el resto por participar en disturbios.

Las autoridades no han confirmado si en los disturbios hubo muertos, como aseguran algunas versiones de seguidores de Zelaya.

Tras regresar ayer, lunes, por sorpresa al país, 86 días después de su derrocamiento, Zelaya permanece en el interior de la sede diplomática brasileña junto a varios familiares y seguidores, y periodistas de medios afines al defenestrado presidente.

Decenas de policías, apoyados por militares, participaron en el desalojo de las inmediaciones de la embajada y los seguidores de Zelaya respondieron con piedras, pero luego de varios minutos de enfrentamiento los cuerpos de seguridad del Estado tomaron el control de la zona.

Los seguidores de Zelaya se dispersaron en los alrededores de la embajada de Brasil; en los disturbios quemaron un vehículo patrullero de la policía, mientras que otros automóviles sufrieron daños en cristales y gomas.

Al menos tres miembros del frente de resistencia popular que acompañaban a Zelaya en la embajada lograron salir anoche, porque fueron alertados de la inminente operación policial, y están refugiados en casas particulares, dijo hoy a Efe uno de ellos, el dirigente campesino Rafael Alegría.

Los otros dos dirigentes son los sindicalistas Juan Barahona e Israel Salinas, según Alegría, quien afirmó que los tres están "fuera de peligro".

Alegría advirtió de que "el pueblo seguirá en la resistencia" a pesar del toque de queda y de los retenes que las fuerzas de seguridad mantienen en las carreteras para impedir que los seguidores de Zelaya lleguen a Tegucigalpa a manifestarse.