Los nombres del "Informe Mitchell" no solucionan el dopaje

Houston (EEUU).-  El "Informe Mitchell" sobre el dopaje en el béisbol de las Grandes Ligas ha acaparado el centro de atención de la actualidad en Estados Unidos y la nota dominante que se da con los análisis, reacciones, y comentarios es que no aportó nada nuevo y para muchos fue "incompleto" en la lista de nombres.

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(EFE)

La mayoría de los nombres que aparecen en la lista del "Informe Mitchell" ya han negado de forma categórica que se hayan dopado, incluido el "Cohete" Clemens, que ha contratado a un poderoso abogado para defender su nombre.

Si por haber dado a conocer una lista de 86 jugadores que supuestamente consumieron esteroides u otras substancias prohibidas, entre ellos el del legendario lanzador Roger Clemens, se piensa que el Informe Mitchell va a eliminar las causas del dopaje en el béisbol profesional, entonces es que no se conoce la realidad.

De momento, la mayoría de los nombres que aparecen en la lista del "Informe Mitchell" ya han negado de forma categórica que se hayan dopado, incluido el "Cohete" Clemens, que ha contratado a un poderoso abogado de Houston, Rusty Hardin, para defender su nombre.

Desde Puerto Rico el ex toletero boricua Juan "Igor" González también ha rechazado cualquier tiempo de implicación con el dopaje durante su carrera profesional.

El ex senador demócrata George Mitchell no fue mucho más lejos en sus 20 meses de investigación de lo que ya había denunciado con nombres propios el ex pelotero cubano José Canseco, en su libro "Juiced", que cada día tiene más valor y se convierte en el verdadero punto de referencia de la primera denuncia pública sería sobre el dopaje en las Grandes Ligas.

Lo que en realidad ha conseguido el "Informe Mitchell" es "oficializar" la existencia de la llamada "Era de los Esteroides" en el deporte pasatiempo nacional, algo que todo el mundo conocía, pero que ni el comisionado, dueños, sindicato y jugadores querían admitir públicamente.

Ahora ya no pueden ocultar más lo que ha sido siempre una realidad y un secreto a voces, pero a la vez también se van a enfrentar con la exigencia de la sociedad que les va a demandar hechos y no más investigaciones, promesas, negociaciones y acogerse siempre a lo pactado en el convenio colectivo.

De ahí, que el propio presidente de la nación, George W.Bush, haya dicho que lo "positivo" del "Informe Mitchell" será el comenzar a hacer mucho mejor las cosas dentro del béisbol en cuento al dopaje y conseguir que la "Era de los Esteroides" sea algo del pasado

"Espero que este informe ayude a dejar la Era de los Esteroides en el pasado", expresó el mandatario estadounidense. "Podemos llegar a esta conclusión: los esteroides mancillaron al deporte".

Aunque el "Informe Mitchell" ya ha demostrado que va a generar más dudas y polémicas de las que estaban establecidas dentro del béisbol con relación al dopaje en las mayores, lo que si dejó muy claro fue la implicación de todos los estamentos del deporte en "permitir" que se diese.

"Todos las partes involucradas con el béisbol en las dos últimas décadas -comisionados, directivos de equipos, el sindicato de peloteros y los jugadores- comparten de alguna forma la responsabilidad por la era de esteroides", denunció Mitchell. "Sólo les preocupaba el aspecto económico de la competición".

Otra denuncia grave hecha por Mitchell fue el "pobre" control antidopaje que existe dentro de las Grandes Ligas, un elemento considerado "fundamental" a la hora de poder erradicar el consumo de esteroides y substancias prohibidas dentro de cualquier deporte.

Ante estas tres realidades, lo que muchos se han comenzado a preguntar es como se pueden hacer cambios y aplicar las recomendaciones de Mitchell cuando al frente del deporte pasatiempo nacional siguen estando los mismos directivos que de manera "consciente" estaban permitiendo el dopaje.

Responsables, que lo poco que se ha hecho dentro del béisbol profesional con relación a la reglamentación antidopaje llegó no por su propia iniciativa sino ante las presiones del poder político, incluido el Congreso, el presidente de la nación y el zar de las drogas.

De ahí, que para muchos, más que hablar de lo "rampante" que era el dopaje en la década de los 80 y 90, el efecto que podrá tener el consumo de esteroides en figuras como Clemens, Barry Bonds y Mark McGwire en su camino hacia el Salón de la Fama, lo que se debe comenzar a exigir es un cambio en los puestos directivos.

Especialmente en el del comisionado, Bud Selig, y el presidente del sindicato de jugadores, Donald Fehr, quien en rueda de prensa posterior a conocerse el "Informe Mitchell", dijo que no era el "momento de pedir excusas".

"Definitivamente, la falta de liderazgo y control en las Grandes Ligas permitió estos abusos. Luego de 15 años de acciones lentas, se necesita un nuevo comisionado para guiar a la liga fuera de la era del abuso de drogas", declaró el congresista republicano por Florida, Cliff Stearns, quien promovió una ley y dio audiencias sobre esteroides en el 2005.

Por su parte, el senador John McCain, candidato presidencial republicano, también dijo que había llegado la hora de que el sindicato respondiese a la responsabilidad que tiene ante todos.