¿Cuánto cuesta tomar políticas ambientales más decididas?

MADRID.-  Una proyección de la OCDE considera que se podrían tomar políticas más ambiciosas para mejorar el medio ambiente a un coste cercano al 1% del PIB mundial de 2030. ¿Mucho? Según esta organización, esto implicaría que para ese año, el PIB mundial sería de alrededor de 97% mayor de lo que es hoy en día y no un 99% superior.

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Semáforo verde: problemas ambientales que están siendo bien gestionados o mejorando. Semáforo naranja: problemas que no mejoran lo suficiente. Semáforo rojo: problemas que requieren de una acción urgente.

En promedio, eso significaría una pérdida de 0,03 puntos porcentuales en el crecimiento anual de la riqueza a nivel global para 2030. Pero se conseguiría una reducción de un tercio de las emisiones contaminantes de óxido de nitrógeno y de azufre, y que el aumento de las emisiones de CO₂ no superase el 13%.

"No es un precio alto", comentó ayer Ángel Gurria, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el lanzamiento de este informe 'Environmental Outlook to 2030', que además equiparó estos costes con los de una póliza de seguros. Todavía más, porque, según este organismo internacional, si por el contrario no se aplican estas medidas más ambiciosas, "en las próximas décadas existe el riesgo de alterar de forma irreversible la base ambiental que proporcione una prosperidad económica sustentable". El precio de no hacer nada puede resultar mucho más alto.

El paquete de políticas recomendadas en esta proyección económica incluye impuestos ecológicos, tarificación del agua, canjes de permisos de emisión, penalización de los que contaminan, cánones sobre los residuos generados, eliminación de subvenciones a los combustibles fósiles o normativas más estrictas sobre eficiencia energética en vivienda y transporte. No obstante, el informe también indica que se debería ir todavía más allá para estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en los niveles que se están considerando en las actuales discusiones internacionales.

La OCDE realiza una simulación de las políticas necesarias para contener estas emisiones de CO₂ en 450 partículas por millón, el objetivo del que se habla para evitar que la temperatura media del planeta suba por encima de los 2º centígrados a lo largo del siglo. Y, en este caso , la conclusión es que el PIB disminuiría un 05,% y un 2,5% por debajo de las previsiones de la línea base para 2030 y 2050 respectivamente. Esto equivaldría a una reducción en el crecimiento anual del PIB de cerca de 0,1 puntos porcentuales por año de media.

Este informe define también los retos ambientales clave en los que habría que actuar. Para ello, utiliza un sistema de semáforos de distintos colores. El semáforo rojo destaca los problemas ambientales a los que se debe prestar atención con mayor urgencia e incluye males como la pérdida de especies, la mala gestión del agua o las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (ver tabla).

Para la OCDE, estos retos ambientales "son de naturaleza cada vez más compleja o global, y sus efectos sólo serán evidentes después de largos periodos de tiempo". Por otro lado, esta organización prevé que para 2030 la economía mundial se duplique y la población mundial aumente de 6.500 millones de personas a 8.200 millones. En este contexto, el informe pretende demostrar que "la protección del medio ambiente puede ir de la mano del crecimiento económico continuo".