Lo que nos ha gustado de España (y lo que no queremos volver a ver)

La selección española se ha sacudido los complejos (sólo algunos) con una actuación sobresaliente de David Villa. El delantero del Valencia ha anotado tres goles ante el equipo ruso. Éstas han sido las claves que, a nuestro juicio, han dado la victoria a España (y ahí van algunos motivos por los que los de Aragonés no deben confiarse).

(REUTERS)

¿Aguantará el idilio?

• David Villa. El delantero asturiano ha cuajado una actuación sobresaliente. A pesar de que su titularidad estuvo en entredicho, ha demostrado al entrenador que tiene un hueco indiscutible en el once inicial. Y lo ha hecho explotando sus virtudes: la velocidad y una capacidad para moverse por el balcón del área con asombrosa inteligencia. La conexión con Torres ha funcionado a pleno rendimiento, dejando atrás las dudas que surgieron merced a los amistosos de España contra Perú y Estados Unidos.
• La intensidad en el juego. Muchos decían que la selección española no tenía un espíritu de lucha, que eran anémicos del fútbol, que se venían abajo en los momentos difíciles, que no sabían competir. Sin embargo, en el partido de hoy han mostrado un espíritu inconformista y guerrero que podría dar muy buenos frutos si se mantuviera durante todo el campeonato. Marcos Senna ha sido el pulmón del equipo y el encargado de mantener la tensión en los momentos más complicados (que también los ha habido).
• Existe una alternativa. Parecía que España sólo sabía jugar al fútbol de una forma, ese frotteurismo balompédico que tanto predica Aragonés. Muchos pensábamos que no había ases bajo la manga, que no había un 'plan B'... Ante Rusia hemos visto cómo España también sabe jugar al fútbol con velocidad, y que no se viene abajo si hay que pisar el acelerador. Y la velocidad en el juego es un caramelo para nuestros delanteros, que entonces son capaces de dar todo lo que llevan dentro. El juego ha sido menos especulativo y más directo.

Pero...

• Los problemas defensivos no se han esfumado. A pesar de que España ha jugado bien, con mucho ritmo, también es cierto que ha dejado ver algunas de sus carencias clásicas. Hasta el primer gol de Villa, nadie sabía hacia qué lado podía decantarse el partido. Y es que había muchas ráfagas rusas que los defensores españoles eran incapaces de cerrar. Otra vez a todos nos ha entrado una desasosegante sensación de inseguridad cuando el balón circulaba por los cuartos traseros españoles. ¡Hasta Sergio Ramos parecía nervioso!
• El bajón de ritmo final. Tampoco hay que llevarse a engaño. Rusia ha cometido un suicidio futbolístico en toda regla al plantear un partido de tú a tú a España (lo cual es digno de alabar para Hiddink, a pesar del severo correctivo). En los últimos minutos, con el tres a cero en el marcador, España se ha puesto nerviosa en defensa, dando muchas facilidades a los rusos, lo que se ha traducido en un gol. La intensidad debe mantenerse los 90 minutos de partido.
• No hay que confiarse. A pesar de todas las bonitas palabras que han recaído sobre el equipo español por el partido ante Rusia, no hay que olvidar que la Eurocopa 2004 también empezó con una victoria ante Rusia, y luego ni siquiera olimos los cuartos de final, al caer eliminados en la fase previa. Y el pasado Mundial también empezó con cuatro goles a favor, ante Ucrania, que, finalmente, no sirvieron de mucho. Por cierto, Villa anotó dos goles en aquel partido contra Ucrania.