Demócratas y republicanos llegan a un acuerdo sobre la ley de espionaje en EE.UU.

Washington.-  Los líderes demócratas y republicanos del Congreso de EE.UU. llegaron hoy a un acuerdo sobre una nueva ley de espionaje que protege a las empresas de telecomunicaciones de demandas presentadas por ciudadanos celosos de su privacidad.

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(EFE)

Este asunto ha atrancado durante casi un año las negociaciones entre el Gobierno y los legisladores demócratas acerca de una nueva ley que regularice el programa de escuchas sin permiso judicial.

Actualmente están pendientes unas 40 acciones legales contra AT&T, Verizon y Sprint Nextel, empresas que permitieron las escuchas de sus líneas y dieron datos de sus clientes a la Agencia Nacional de Seguridad, sin una orden judicial, desde el 11 de septiembre de 2001.

El proyecto de ley prevé que un juez federal rechace las demandas si las empresas recibieron una petición por escrito del Gobierno que afirmaba que las escuchas eran necesarias, y además legales, como parte de una investigación terrorista.

Este asunto ha atrancado durante casi un año las negociaciones entre el Gobierno y los legisladores demócratas acerca de una nueva ley que regularice el programa de escuchas sin permiso judicial, iniciado en secreto por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Ese programa se hizo público gracias a filtraciones a la prensa en diciembre de 2005 y causó las protestas de defensores de los derechos civiles, que afirmaron que violaba la Constitución.

La cámara baja iniciará mañana el debate de la nueva ley sobre el espionaje y podría proceder a su votación.

"Es un proyecto equilibrado", dijo en una rueda de prensa su presidenta, la demócrata Nancy Pelosi. "Tiene apoyo de ambos partidos", remarcó.

Se espera que esa cámara lo apruebe sin gran problema y posteriormente llegará al Senado, donde la oposición es mayor.

El líder de los demócratas en la cámara alta, Harry Reid, "sigue opuesto a dar inmunidad de forma retroactiva y está revisando el proyecto en su totalidad", señaló Jim Manley, su portavoz.

También lo rechaza el presidente del Comité Judicial, Patrick Leahy, quien subrayó que el texto no contiene medidas necesarias para supervisar las acciones del Gobierno.

Caroline Fredriskson, directora de la oficina legislativa de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por su sigla en inglés), calificó el proyecto de ley de "descaradamente inconstitucional".

"Beneficia a unas pocas de las mayores corporaciones de este país, al tiempo que nos quita derechos básicos al resto de nosotros", señaló en un comunicado.

El tema de la inmunidad de las empresas en las escuchas impidió un acuerdo el año pasado entre el Congreso y la Casa Blanca y, para alargar el debate, la legislatura aprobó en agosto de 2007 una autorización sólo temporal para continuar con el programa de interceptación de comunicaciones.

Ese permiso venció en febrero, pero las agencias de espionaje de Estados Unidos han seguido con las escuchas aprobadas previamente por un tribunal secreto, conocido como FISA.