¿De verdad hay castigo por quemar el monte?

Veinte años de cárcel es la pena máxima por provocar un incendio forestal. Sin embargo, la sentencia más dura dictada y conocida es de ocho años. Y es que sólo uno de cada 1.000 incendiarios (el 0,1%) acaba siendo juzgados en España, tal como denuncia la organización ecologista Greenpeace en su informe 'Incendios Forestales ¿El fin de la impunidad?' presentado en su sede de Madrid.

Pedro Armestre/Greenpeace

"Poco a poco el incendiario deja de ser una persona invisible que actúa con impunidad y de identidad generalmente ignorada para pasar a ser una persona con rostro visible, con nombre y apellidos". Con esta cita comienza el documento de los ecologistas que nos recuerda que en España se produce una media de 20.000 incendios forestales al año (ver incendiómetro de WWF/Adena).

Greenpeace denuncia que sólo el 3,5% de los responsables de los grandes incendios forestales (aquellos que superan las 500 hectáreas) producidos en nuestro país se ha sentado en el banquillo de los acusados entre 1996-2005. En concreto, el pasado año se registraron once grandes fuegos, en los que sólo se detuvieron a cuatro personas vinculadas a estos incendios.

¿Cuál es el castigo por causar un gran incendio? El Código Penal de 1995 especifica diferentes penas según el caso:

• Si el fuego pone en peligro vidas humanas, la condena será de 10 a 20 años de prisión (art. 351).
• Para los incendios de bosques o masas forestales, el castigo será de uno a cinco años de cárcel (art. 352), siempre y cuando no ponga en peligro la integridad física de las personas.
• Para los fuegos que no llegan a propagarse o que son causados por negligencia (art. 354), la pena de prisión ronda entre seis meses y un año.
• El incendio de bienes propios también es castigado con la pena de prisión. En estos casos la condena es de uno a cuatro años (art. 357)

Para Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace, hay que reformar algunos códigos penales. "Hacer una barbacoa, tirar un cigarrillo o apagar mal un fuego debe sancionarse con mayor dureza, ya que las consecuencias de estas 'imprudencias leves' pueden ser gravísimas, como pudimos ver en el incendio de Guadalajara de hace dos años", explica este ecologista.

Pedro Armestre/Greenpeace

Greenpeace ha consultado diferentes fuentes para realizar su estudio, entre ellas el Registro de Penados y Rebeldes, que refleja que 571 personas han sido condenadas por incendio entre 1996 y 2005. Según este registro, 146 fueron juzgadas en Galicia (donde se cifran más de la mitad de los incendios nacionales, según estos ambientalistas), 85 en Andalucía, 69 en Castilla y León y 68 en Asturias. Por el contrario, Navarra, La Rioja, País Vasco y Madrid son las comunidades autónomas con menor número de sentencias por este delito. Soto lamenta que, "sólo el 5,49% de la superficie quemada durante la última década ha tenido como consecuencia una condena".

La organización ecologista destaca también en su informe que, de los 30 mayores incendios forestales del decenio 1996-2005 identificados por el Ministerio de Medio Ambiente, sólo se ha dictado condena en dos casos: En 2005, la empresa eléctrica FECSA-ENDESA fue sentenciada a dos años de prisión y diez millones de euros de multa por el fuego que arrasó 18.000 hectáreas en Aguilar de Segarra (Barcelona) en 1998. El segundo caso se cerró en 2007, cuando el Ministerio de Defensa fue condenado a indemnizar a los afectados por el fuego causado en los aledaños del Campo de Tiro del Teleno (León) por maniobras militares. A pesar de todo, "el número de juicios, sentencias y condenas está creciendo de manera constante gracias a las fiscalías de Medio Ambiente", asegura Soto.

Además de analizar el número de casos y sentencias firmes de estos últimos años, Greenpeace responde a las siguientes preguntas en su estudio:

¿Qué tipo de personas son condenadas por provocar incendios? Según el informe, el perfil del autor de un gran fuego suele ser varón (menos del 10% son mujeres), de nacionalidad española, con más de 60 años (el 20% supera esta edad), suele quemar en las proximidades de su vivienda, actúa solo (entre el 80 y 90%), puede tener antecedentes penales (17-20%) y en algunos casos, es un pirómano reincidente. "Ninguna de las condenas ha sido dictada contra cazadores ni por razón de intereses inmobiliarios, a pesar de que el litoral se ha urbanizado en algunos casos (por ejemplo Cádiz y Benidorm) a 'golpe de cerillazo' ", afirma Soto. La condena más dura conocida se dictó en 2006, cuando un hombre de 42 años con problemas psíquicos y reincidente, fue sentenciado a ocho años de prisión y a 385.000 euros de multa por provocar intencionadamente un incendio forestal en el municipio malagueño de Ojén. El fuego calcinó 270 hectáreas.

¿Dónde se juzgan los delitos por incendio forestal? Los juicios por fuegos intencionados (también conocidos como dolosos) se llevan a cabo en las audiencias provinciales, pero si la pena es inferior a cinco años, los casos se tramitan en los juzgados de lo penal.

¿Cuánto tarda la justicia en actuar? Tras analizar 257 sentencias dictadas desde 1994, Greenpeace concluye en su estudio que sólo el 14% se dictaron en menos de un año tras producirse el fuego; el 50% de las sentencias tardaron entre dos y cuatro años y en un 30% de los casos transcurrió un periodo de entre cinco y siete años. "A veces el proceso puede incluso tardar más de diez años, como ocurrió con el gran incendio de Cataluña de 1994, cuya sentencia firme se produjo en 2005", indica Soto. "Afortunadamente el tiempo medio se está reduciendo", añade.

No hay que olvidar que Agosto es un mes muy propicio para la propagación de los grandes incendios. Los últimos fuegos que hay que lamentar son los registrados en Zuera (Zaragoza) y Honrubia de la Cuesta (Segovia) que ya han calcinado 2.200 y 1.100 hectáreas respectivamente. ¿Serán castigados los culpables?

Pincha aquí si quieres consultar el informe completo de Greenpeace (en pdf).