Argentinos cumplen cinco años de protesta contra Botnia sin éxito a la vista

Buenos Aires.-  La Asamblea Ambiental de la ciudad argentina de Gualeguaychú cumplirá mañana cinco años de protesta sin haber logrado impedir el funcionamiento de la papelera finlandesa Botnia, causante de un litigio entre Argentina y Uruguay, aún con final abierto.

La Asamblea se manifestará este sábado para renovar el "no a las papeleras", su consigna desde el 4 de octubre de 2003, cuando los vecinos de esta ciudad de la provincia de Entre Ríos iniciaron sus denuncias.

Las manifestaciones de los asambleístas cobraron fuerza cuando el Gobierno de Uruguay autorizó unilateralmente la instalación de la planta Botnia a la vera del río Uruguay, de administración compartida entre ambos países.

En noviembre de 2007 comenzó a operar la planta situada en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, lindante con Gualeguaychú, pese a las múltiples protestas de los vecinos.

La Asamblea respondió con bloqueos de pasos fronterizos, marchas, "caravanas náuticas" y hasta llegó a una cumbre de presidentes de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, realizada en 2006 en Viena.

El conflicto bilateral logró amplia difusión internacional cuando la reina del carnaval de Gualeguaychú, Evangelina Carrozo, irrumpió en bikini en la foto de familia de la cumbre de Viena con un cartel en contra de las papeleras en Uruguay.

Además, los ambientalistas mantienen desde noviembre de 2006 en forma ininterrumpida un corte en el puente internacional que conecta Gualeguaychú con Fray Bentos en rechazo a la papelera, a la que consideran contaminante.

La sostenida protesta de los vecinos logró que otro proyecto papelero, de la española ENCE, se mudara en 2006 aguas abajo debido al creciente clima de conflictividad.

La decisión de Uruguay causó una controversia con el Gobierno de Argentina, que llegó a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, donde no se han pronunciado sobre el reclamo de ambos países.

Argentina demandó a su vecino por violación del Estatuto del Río Uruguay, que le otorga derechos sobre el cauce a ambos países, mientras que Uruguay protestó por los reiterados bloqueos de parte de los argentinos en los pasos internacionales, con efectos en el comercio bilateral y el turismo.

El consultor argentino Sergio Berenztein, de Poliarquía, consideró, en declaraciones a Efe, que el fallo del tribunal de La Haya será "importante" para aliviar la controversia, pero advirtió de que "costará mucho recomponer la relación" entre los dos países.

"Más allá de la validez eventual del reclamo, Argentina nunca tuvo en cuenta el volumen de este proyecto para la economía del país vecino", manifestó el analista, en alusión a la inversión más importante de la historia que recibió Uruguay.

"El conflicto, que aún permanece sin resolverse, tendrá consecuencias negativas en el largo plazo porque se rompieron lazos de confianza y de hermandad históricos entre ambos países", señaló Berenztein.

El asambleísta Raúl Almeyda afirmó a Efe que la instalación de Botnia "ha contaminado una relación entre dos pueblos", aunque opinó que el Gobierno argentino de Cristina Fernández "no tiene políticas claras para apoyar la lucha, más allá de los reclamos que hizo".

"De cualquier manera, en la asamblea estamos dispuestos a seguir peleando como en un principio por este tema. Nosotros no vamos a aceptar nunca a Botnia; vamos a seguir luchando pacíficamente, pero no vamos a aflojar", indicó Almeyda.

El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, manifestó este jueves su confianza en que su homóloga argentina logre levantar el corte del puente internacional General San Martín.

Las declaraciones de Vázquez se producen después de que el ministro de Asuntos Exteriores uruguayo, Gonzalo Fernández, revelara que Fernández se había comprometido a realizar las gestiones necesarias para llegar al levantamiento del bloqueo.