El Jardín Botánico de Gijón recupera y crea humedales artificiales en Asturias

Oviedo.-  El Jardín Botánico Atlántico de Gijón ha conseguido crear humedales artificiales, gracias al trabajo de sus conservadores y diseñadores, que han desarrollado varias charcas que reproducen las condiciones de un espacio con plantas propias de las zonas húmedas.

ampliar foto

(EFE)

Un hombre acompañado de dos niñas observan la exposición "Photoclima" el pasado mes de junio en el Jardín Botánico de Gijón. EFE/Archivo

El biólogo especialista en botánica y conservador del Jardín Botánico de Gijón, Álvaro Bueno, ha explicado a Efe con motivo del Día Mundial de los Humedales, sus principales características y el cambio que estas áreas han sufrido en los últimos cuarenta años en toda la zona del cantábrico asturiano.

Los humedales son ecosistemas muy valiosos, albergan plantas, algas y musgos y en su interior vive fauna de todo tipo, desde invertebrados y peces a anfibios y pájaros, que convierten estas zonas en importantes nichos de biodiversidad, por lo que en los últimos años se trabaja en su conservación y desarrollo.

El humedal artificial del botánico de Gijón se extiende por una extensa zona del jardín, pero los responsables tienen previsto ampliar su espacio con la restauración de una alisera pantanosa, un tipo de humedal arbóreo poco habitual en la zona del Cantábrico.

En la vertiente norte de la Península ibérica las zonas húmedas más extensas y valiosas son las marismas o humedales de estuario, muchas de las cuales están en proceso de recuperación debido a la mala gestión que se hizo de ellas en el pasado.

Según Bueno, hasta los años 70 se consideraban sitios insalubres y fuente de enfermedades y las actuaciones que se emprendían iban dirigidas a secarlos, y así estos humedales eran drenados para ganar terrenos llanos que se empleaban como pastizales o como suelo para uso agrícola o industrial.

En la actualidad la visión que se tiene de estas zonas ha cambiado radicalmente y su valor ha aumentado en muy diversos aspectos.

Álvaro Bueno destaca en este sentido que se ha descubierto que las plantas que forman los humedales tienen una gran capacidad fitocorrectora y se pueden emplear como sistemas pasivos de depuración de aguas, y además constituyen un reclamo turístico que atrae numerosos visitantes debido a sus riquezas naturales.

Gracias a esta nueva percepción de los humedales ha cambiado la actitud hacia ellos y los responasbles del Jardín Botánico Atlántico han decidido aprovecharlo, y junto con la empresa Arcelor Mittal han elaborado el denominado "Proyecto Ría".

El mismo pretende desarrollar humedales artificiales en el entorno de la fábrica para utilizar su capacidad depuradora y mejorar la calidad de las aguas empleadas en labores industriales.

Bueno comenta que no es la primera industria de la zona que se interesa por los humedales, pues la química DuPont decidió hace quince años dedicar parte de sus extensos terrenos en Corvera a crear una zona húmeda artificial que a día de hoy es un lugar privilegiado para la observación de aves.

Pese a todo esto los humedales no dejan de ser zonas muy sensibles a los cambios ambientales y en los últimos años muchos se han secado por el agotamiento de los acuíferos, otros han sufrido la contaminación de sus aguas y algunos han perdido biodiversidad debido a la irrupción de algunas especies invasoras.

Por eso para el especialista del Jardín Botánico de Gijón es importante recordar hoy, Día Mundial de los Humedales, la riqueza natural que aportan estas tierras, cuya principal amenaza sigue siendo la acción del hombre.