Una planta solar española en el desierto de Nevada

En pleno desierto de Nevada (EEUU) se encuentra un brillante oasis de más de 182.000 espejos capaz de producir energía para 14.000 hogares. Se trata de Nevada Solar One, la mayor planta termoeléctrica del mundo construida en los últimos 19 años.

Esta instalación solar está gestionada por la compañía española Acciona que, a la que se sitúa ya como la segunda empresa del mundo en energía verde (por detrás de Iberdrola), al quedarse con el paquete de las renovables de Endesa . Nevada Solar es una planta que utiliza la tecnología de los colectores cilíndricos, que a través de unos espejos cóncavos concentran la radiación del sol sobre una tubería, en la que discurre un fluido, normalmente un aceite térmico que puede alcanzar temperaturas de hasta 400 grados. El fluido se transfiere a un cambiador de calor donde se produce el vapor que mueve la turbina y genera a su vez electricidad. Gracias a este proceso y al intenso calor del desierto, la planta de Nevada puede abastecer una ciudad del tamaño de las Vegas en las horas de mayor demanda eléctrica, por ejemplo, cuando todos aparatos de aire acondicionado están encendidos.

Acciona

Fue en los años 80 cuando comenzó la andadura de esta tecnología. Y España ya estaba ahí con la plataforma solar del desierto de Tabernas (en Almería). En EEUU, la primera planta solar termoeléctrica importante se levantó en 1984 en Kramer Juction con 14 MW; y en años sucesivos se construyeron hasta nueve centrales en total sobre las arenas del desierto de Mojave (EEUU), las últimas a principios de los 90 con una potencia de 80 MW cada una. Sin embargo, el desarrollo de esta energía entró en crisis esa misma década y se paralizó. No fue hasta 2007 cuando se construyó la nueva planta de Acciona que incorpora nuevas tecnologías para amplíar la captación solar. Aunque, a día de hoy, los nueve SEGS, gestionados por la compañía de Florida FPL siguen formando el mayor complejo solar termoeléctrico del mundo con 354 MW.

España vive desde hace unos años un auténtico 'boom' de este tipo de instalaciones solares. Aunque no son tantas las plantas en construcción como las que dicen ser. Lo cierto es que, en la Península hay ya una decena de instalaciones en funcionamiento, la mayoría localizadas en la provincias de Sevilla, Granada, Ciudad Real y Murcia, además de unas seis o siete en construcción

Según Carlos Muñoz, presidente de la sección de solar termoeléctrica de APPA, "a pesar de que España es el país de Europa con un mayor potencial para desarrollar esta energía por la gran cantidad de irradiación solar que recibe, aún hay que mejorar mucho los rendimientos a nivel comercial". Para este experto en energías limpias, "una de las claves de la solar termoeléctrica es poder prescindir del aceite térmico que limita la temperatura a unos 400 grados y conseguir que los tubos que recogen la radiación solar sean capaces de producir directamente el vapor".

Lo cierto es que las empresas españolas como Acciona, Iberdrola o Abengoa están apostando fuerte por esta energía limpia. Por ejemplo, Iberdrola inauguró recientemente la planta de Puertollano (Ciudad Real), con una potencia de 50 MW. Por su parte, Abengoa tiene la planta PS10 de 11 MW situada en Sanlúcar la Mayor (Sevilla) que utiliza la tecnología de torre central para generar electricidad. De esta forma, unos 600 grandes espejos (helióstatos) proyectan el reflejo de los rayos solares sobre la parte alta de una torre de 115 metros, donde se produce el vapor de agua necesario para mover las turbinas y producir electricidad de forma limpia.

Esta misma semana, Esteban Morrás, director general de energía de la compañía Acciona, daba su particular receta contra la crisis. Según dijo la transición efectiva hacia un modelo energético más sostenible puede crear alrededor de 600.000 nuevos empleos en España hasta el año 2030 y arrojar un balance positivo para la economía nacional en términos de PIB. Estos son los objetivos que propone este directivo para dentro de 20 años: un 50% de la electricidad procedente de fuentes renovables —un primer paso para lograr un mix de generación 100% libre de emisiones en 2050—; un 50% de vehículos eléctricos puros e híbridos recargables y un 50% de reducción de emisiones en el sector residencial y terciario.