El conflicto de Messi, visto desde Argentina

En todo este proceso de casi litigio entre la AFA y Barcelona por la presencia de Lionel Messi en Beijing 2008, el jugador no se destacó por hablar demasiado. Digamos que, pese a los pedidos del mundo futbolero de la Argentina, incluido el mismísimo Diego Maradona, la megaestrella del equipo catalán se mantuvo callada hasta que un ultimátum del técnico Sergio Batista lo obligó a romper el silencio. "Voy a ir a Beijing sin esperar al TAS", dijo La Pulga una semana atrás. Esas palabras llenaron de alivio a todos, especialmente al entrenador de la Selección Olímpica, que sacó pecho y se quejó por la falta de comunicación a la que lo habían sometido Messi y compañía. "Más allá de hablar de fútbol, tenemos una linda charlita para ver todo esto que pasó", adelantaba el ex campeón del mundo de México 86.

Después de ese puñado de palabras de Messi, y con la FIFA muy firme en su postura de que los equipos debían ceder a sus jugadores para que participen en los Juegos Olímpicos, la dirigencia del Barcelona se sentía en la obligación de recurrir al TAS (Tribunal Arbitral Deportivo).

Es que el debilitado Joan Laporta y su gente debían dejar bien en claro, ante la atenta mirada de la afición culé, que no cederán ni un centímetro en la defensa de los intereses de su club. Y además necesitaban quedarse con una carta más para jugar si el sorteo de la fase preliminar de la Champions League los ponía frente a frente con un equipo más complicado que el Beitar Jerusalem o Wisla Cracovia, sus posibles rivales en esa instancia de la Copa.

También puede leerse esa decisión de acudir al TAS como una intención de sentar un precedente que beneficie a los clubes de cara al futuro. Y es ahí donde podría encontrarse la gran victoria que el Barcelona estaba buscando. Porque nadie puede dudar que el equipo de Guardiola tiene potencial de sobra para superar sin problemas esa fase preliminar de la Champions aun sin contar con Messi.

Otra cosa que ayuda a los futboleros argentinos a no entrar en pánico es la postura firme de Julio Grondona y Batista ante la decisión de la Justicia: "Messi se queda y juega en Beijing". Por eso, tras el sacudón inicial que provocó la decisión del Tribunal, por estas horas nadie duda de que el club español no pondrá trabas al deseo de su nuevo niño mimado y Lio podrá darse el gusto de hacer lo que mejor le sale: hablar en una cancha y con la pelota en los pies.

* Javier Domínguez es periodista deportivo en el diario argentino 'Clarín'.