Ferran Adriá.
Ya no me preocupa la crisis. Si me despiden, que me despidan. Si me echan del país, pues que me echen. A mí, como a todo el mundo, según se ve por las páginas que dan todos los periódicos, es el debate que tiene en vilo a la sociedad española. Hasta en la obra se discute el asunto.
Antes, en el andamio, hablábamos de la precariedad, de si entraríamos algún día en convenio, del hijoputa del capataz, y a veces, de tías. Ahora ya no. Ahora estamos colgados de la cosa molecular.
Paco Vázquez y Benedicto XVI.
El embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, militante del PSOE, ha pedido a los españoles, "católicos y no católicos", que en su declaración de la renta "pongan la equis en la casilla de la aportación social a favor de la Iglesia", para apoyar "la gran obra que la Iglesia española y las instituciones vinculadas a ella desarrollan en nuestra sociedad".
Serán los estragos de la grappa, dirán unos. Será el síndrome de Estocolmo, dirán otros. Habrá quien piense que el hombre tiene su parte de razón: la emisora de los obispos acaba de renovar a Losantos, conviene empezar a preparar nuevas manifestaciones católicas contra el Gobierno, y entre una cosa y otra, todo son gastos para la Iglesia.
Lo tengo claro, ni un duro. El que quiera lujos, vicios y buena vida que curre como hacemos en mi casa. +
Chikilicuatre frente al Instituto Cervantes.
El Instituto Cervantes es (copio de su página oficial) "la institución pública creada por España en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua española y para la difusión de la cultura española e hispanoamericana". Leo que Rodolfo Chikilicuatre ha dado una clase en el Cervantes de Belgrado. Yo no me voy a poner estrecho ahora: si a mí me dejan escribir aquí, Chikilicuatre puede promocionar y enseñar la lengua española donde le parezca. Como si le hacen ministro de Educación. Pues mira: perrea, perrea. Cosas más raras se han visto. Si, como dice una encuesta que acaba de salir, Chikilicuatre queda en el puesto 35 y le gana hasta el pavo irlandés, igual se estropea su carrera musical, Buenafuente no le readmite y hay que buscarle un empleo.
La política exterior no es exactamente lo mío, pero leyendo aquí y allá empiezo a tener la impresión de que España no tiene tantísimos amigos por ahí fuera. Lo cual es malo. En realidad, últimamente sólo teníamos un país amigo de verdad. Y estamos a punto de perderlo para siempre.
Veamos. Para empezar, Estados Unidos: Bush no quiere ni ver a Zapatero (cosa que, la verdad, tiene su lado agradable), y para normalizar relaciones habrá que esperar a que llegue un nuevo presidente a Washington, y que no nos cabreemos con él ya desde el primer día.
algo debemos tener claro, es mejor no tener ningún enemigo, aunque eso suponga tener menos «aliados» +
En un tribunal de Toledo se discute sobre el derecho a la intimidad de las personas. Una cuñada del príncipe, a la que, por respeto a su identidad y vida privada, llamaremos Peláez, pleitea ante un tribunal para que se prohíba publicar imágenes y cosas sobre ella en la prensa del corazón, y en la prensa en general. Yo estoy de acuerdo con Peláez. ¿Qué ha hecho ella para merecer este acoso? Y no sólo eso: soy partidario de que se respete el derecho a la imagen y a la intimidad de todas las personas.
Leo en los periódicos que la vicepresidenta está horrorizada. Por lo visto, lamenta haberse hecho una foto con un señor en Níger. Y la prensa, que enseguida lo retuerce todo, dice que el espanto de la señora Fernández de la Vega, y su antipatía por el señor en cuestión, viene de que éste es polígamo. En efecto, el señor se fotografió con la vicepresidenta acompañado por sus tres esposas. Pero esa explicación de la poligamia no se sostiene, y podemos demostrarlo. El problema será otro. Posiblemente, Valencia.
Vayamos por partes.
En los últimos doce meses, el mayor éxito informativo en la prensa internacional ha sido la guerra de Irak. Todo un clásico. ¿Cuál ha sido el segundo? Ni la hambruna que aflige o amenaza a cien millones de personas, ni las masacres y cataclismos en Myanmar (lo que toda la vida hemos llamado Birmania), ni los chanchullos de Putin, ni Sarkozy, ni Berlusconi, ni Hugo Chávez. Tampoco, aunque parezca mentira, Andrés Pajares. La revelación de la temporada ha sido el concurso 'Candidatos 2008', también conocido como elecciones primarias del Partido Demócrata.
Ronaldo, en una de sus fiestas.
A ver quién tiene las narices de fichar a Ronaldo. Será por mala suerte o lo que llaman gafe, pero este hombre arruina todo lo que toca. Y en junio se le acaba el contrato con el Milán. ¿Serán tan valientes los del Flamengo como para quedarse con él?
Ronaldo fue un fenómeno, un futbolista alucinante. Y, sin embargo, a partir de un cierto momento se convirtió en una calamidad ambulante. No diré nada del Inter, que pagó al Barça un pastón por él para encontrarse con: a) Una Liga perdida en el último minuto porque el árbitro no pitó el penalti que le hicieron precisamente a Ronaldo (los árbitros, como se sabe, los controlaba la Juventus), y b) dos años con Ronaldo en blanco por lesión, cobrando a tocateja.
Un gafe Anatoli, un gafe. Si te acercas a él lleva un diente de ajo y una ramita de tomillo ;) +
Como hay puente y no hay por qué matarse, voy a librarme de una cursilería intragable que tengo atragantada desde hace días. Va de un reportaje que leí el domingo pasado en 'El País Semanal', una publicación sobre la que ya opinaré en otro momento. El caso es que dedicaban un mogollón de páginas a preguntar a cocineros (bueno, ellos no preguntaban, sólo copiaban de un libro) la siguiente cosa: "¿Qué le gustaría comer el último día de su vida?".
Aún no lo he superado. Les preguntaban qué pedirían si supieran que les quedaban horas para morir. "Merluza en salsa verde", decía Juan Mari Arzak. El famoso Ferran Adriá, del 'Bulli', iba por "marisco preparado a la japonesa". Un tal Masa Takayama, cocochas fritas, hígado de pescado y cosas así. Otra cocinera, llamada Lydian Shire, prefería un solomillo con patatas fritas y zanahorias. Y un inglés, Gordon Ramsay, tiraba por el rosbif.
Houellebecq al volante. ¿Irá de puente con su madre?
Es muy posible que el querido lector, al que tanto debemos los artistas y quienes vivimos de pegar palos aquí y allá, esté a punto de salir de puente con la familia. Puede que sea padre, madre, hijo, hija o las cuatro cosas a la vez (cosas más raras se dan en Austria); es lo mismo. Estos fines de semana largos, con sus atascos, sus broncas y sus malos rollos, suelen suscitar algunas dudas sobre las virtudes de la convivencia familiar. O, dicho en otras palabras, dan ganas de mandar a la familia a tomar por el culo.
Yo quisiera, aprovechando que aún me dejan poner aquí mis notas, dar un poco de contexto a esas sensaciones.
Pues imaginate el viaje en autobús o en tren, según el destino. Gracias por despertar en mi memoria los viajes familiares. Un artículo estupendo. +
Ahora criticarán a Telefónica. Que si Aznar regaló la empresa a sus amiguetes, que si rescatan a los náufragos políticos del PP... Nada de eso. Telefónica ha fichado a Eduardo Zaplana porque es un hombre que entiende de teléfonos.
¿Que no? Repasemos. Al principio de su carrera, es verdad, Zaplana estaba un poco verde en la materia. Era un pardillo, vamos. Y no se enteró de que la policía grababa sus conversaciones telefónicas. Como aquella de 1990, entre Zaplana y el ya fallecido Salvador Palop:
Con fichajes así, ¡tiembla Telefónica! +
Ando por ahí como loco, de súper en súper, buscando el famoso aceite ucranio. De momento no he pillado ni una botella. Supongo que se me han adelantado el gobierno y los consumidores listos, que quieren hacer acopio del susodicho aceite. Todo el mundo, supongo, habrá echado cuentas. Como yo.
Se han fijado en lo que lleva el aceite de girasol ucranio, ¿no? Hidrocarburos alifáticos, ni más ni menos. O sea, un derivado del petróleo que se usa como disolvente. Y se han fijado, claro, en cómo están los precios. Un litro de aceite de girasol sin refinar ronda el euro. Un litro de petróleo, con el barril de 156 litros a casi 120 euros, sale casi al mismo precio. La cuestión está en que el petróleo sigue subiendo, y en cuestión de meses los hidrocarburos del aceite ucranio van a poder venderse por un dineral en el mercado negro.
Totalmente de acuerdo con Esperanza. Los curas están muy bien en los comités de ética de los hospitales madrileños, y hacen falta como asesores de los médicos que aplican cuidados paliativos. Vamos a ver: ¿quién sabe de medicina? Pues los mismos que saben de sexo, de familia y de todo. Los curas, claro.
Lo que no creo es que sea suficiente con los curas. Hablamos de asuntos muy delicados, de vida o muerte (literalmente), en los que la ética resulta fundamental. Yo reforzaría esos comités con un profesor, o catedrático si es posible, de Etica. Y, como no hay ética sin estética, también con un profesor de Estética.
Como es el Día del Libro, voy a ver si me compro uno. Mientras tanto, dejo algunas sugerencias. Son los libros que se podría regalar a determinadas personas. Quien quiera añadir, que añada.
No hay mus.
Iba a intentarlo, pero lo dejo. Demasiado difícil para mí. Puse las mejores intenciones. A las 10 de la noche me senté delante de la televisión, que, la verdad, ya era hora de que pusieran un programa educativo en hora de audiencia fuerte. Dejé a mano el cuaderno y el boli, porque a veces hay que apuntar. Y me concentré al máximo.
Hasta lo de tener juego, bien. Eso se entiende. Pero luego resultó que en vez de juego, podía tener punto. ¿Qué punto? Entonces uno de los señores que estaban con la profesora Aguirre le preguntó si envidaría a la grande, y la profesora respondió que a lo mejor era un órdago. Y ya me confundí mucho cuando otro señor comentó lo de llegar a siete y medio, o pasarse, o quedarse corto. O cuando noté que otro, que se creía que no le enfocaba la cámara, dijo entre dientes "solomillo, solomillo".
Más que jugar al mus, seguro que Espe estaba jugando al burro, le pega más. Dile algún colega que te enseñe. +
Berlusconi
Las leyes electorales deberían tener una cláusula en letra pequeña para casos extremos. Porque a veces los resultados electorales son tristes de ver, y más tristes de sufrir. Es lo que ha pasado en Nepal: la gente, harta de la monarquía absolutista y de que los miembros de la familia real estuvieran todo el rato masacrándose (y masacrando a la población, de paso), ha votado en masa a la antigua guerrilla maoísta. Ahora tendrán un régimen comunista aliado de China pero, por las trazas del asunto, con un ramalazo a Corea del Norte.
¡yo quiero fórmula cambio para España! +
Mimos a la cara, pero por la espalda... "debates de ideas".
Sé que hay gente para todo, y me parece bien. Acepto cualquier actividad sexual entre adultos no coaccionados: ¿que quieren darse azotes?, pues vale; ¿que se ponen con insultos?, pues también. Soy liberal para esas cosas. Hasta diría, sin entrar en detalles, que el rollo dominanta y el punto sadomasoca pueden tener su gracia.
No me escandaliza lo que haga el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Max Mosley, con las señoritas que contrata. Me parece de mal gusto lo de los uniformes nazis y los trajes de reclusa de Auschwitz, pero es una opinión personal. Lo que me escandaliza es que el vídeo de la orgía, un asunto privado, circule por internet. Lo mismo me pasó con lo de Ramírez, el de «El Mundo», y Exuperancia: ¿qué le importa a la gente lo que haga ese señor en la cama? Los canallas fueron los que filmaron y difundieron.
Habrá entonces que rendirse a la superioridad moral de la Espe. Estoy de acuerdo con este blog: hay que tomárselo con humor. +
Silvio Berlusconi.
Silvio Berlusconi será lo que sea (entre otras cosas pronto será otra vez, me temo, primer ministro de Italia), pero tonto no es. No hace las cosas porque sí. El hombre tiene sus planes y los pone en práctica, cueste lo que cueste. A mí, estos últimos años, me ha extrañado mucho lo del Milán.
El equipo de Berlusconi ha conseguido algo insólito: ganar la Champions con unos jugadores seriamente viejos. Ríanse de cuando el Real Madrid ganaba copas con la panza de Puskas y la calva de Di Stefano; lo del Milán va todavía más lejos.
Cada problema tiene su solución. Basta buscarla. Ahora mismo, el mundo del deporte sufre dos problemas de los que se habla mucho en la prensa. No me refiero a Schuster y Rijkaard. Estoy hablando de olimpismo y automovilismo. Se trata de problemas serios que, sin embargo, se autoarreglan mutuamente.
Gervasio trabajaba de camarero en una playa de Tarragona. Paella aquí, sangría allá, todo el día. Al final de la temporada, rompía la hucha y hacía lo que hace cualquiera con sus ahorros: irse a la guerra a gastarlos. Es un tipo especial, de los que hay pocos. Ha visto más guerras que nadie, y sabe lo que son: una cosa asquerosa.
Espero que despierte la conciencia de estos políticos que al fin y al cabo son los culpables de tanta miseria y guerra. +
Bush y Zapatero.
Mentiroso, no sé, pero bocazas lo es un rato. Y no lo digo por lo de Bush, que también. Antes de irse a la cumbre de la OTAN, Zapatero se tiró el farol y dijo que iba a reunirse con su colega Bush en Bucarest, que ya habían hablado por teléfono y que habían quedado. Ahora resulta que la 'reunión' ha sido como el apretón de manos entre Pedrosa y Lorenzo: un "hola" de pasada, y ahí te pudras.
A mí, la verdad, me habría hecho gracia la foto de Zapatero con el puro y los pies sobre la mesa, o escucharle hablando texano de Valladolid, como hacía aquel de antes. Pero si no puede ser, no puede ser. Tampoco vamos a pelearnos por un farol sin importancia. Lo que me cabrea es lo de los 400 euros. Zapatero prometió que si ganaba las elecciones, pagaría 400 euros por cabeza, en junio.
Yo, como se ve, no soy empresario. Pero estaría muy dolido si lo fuera. Todo el rato que si la especulación, que si esto, que si lo otro… Ahora quieren 'empurar' a la patronal alimentaria, o sea, los empresarios de la cosa, por arreglarse entre ellos para subir los precios. Dice la Comisión Nacional de la Competencia que desde mediados de 2007, productos básicos como el pan, la leche y los huevos se han encarecido de forma sospechosa, y ha abierto expedientes a varias empresas.
En España existe la cultura del pelotazo, obsoleta ya en esos lugares del mundo que nos llevan ventaja +
¿Se han jubilado las grúas?
Voy por la calle mirando grúas, fijándome en si aún se mueven. Esto de la construcción se acaba. No sé si por mucho tiempo. Y la inmigración del ladrillo va a quedarse en la calle. Veréis qué risa. Ya lo decía Curri Valenzuela, una señora muy puesta que sale en Telemadrid: «Si es que no se puede permitir que se vean todos esos inmigrantes por la calle, porque eso es provocar la xenofobia». Pues nada, señora. Aunque nos muramos de hambre, nos quedaremos en un rinconcito, escondidos, no vayamos a ofender a la gente de bien, ni a estimular sus malos instintos.
hay muchos otros sectores donde los señoritos españoles no queremos trabajar y de eso siempre se aprovecha el que esté dispuesto a trabajar a cualquier precio. +
Yo creo que se ha acabado. Me extrañaría mucho que Hillary Clinton levantara cabeza, después de la trola de Bosnia. La gente les aguanta mentiras a los políticos, muchas, pero la trola barata, la de tirarse el pegolete, esa no se perdona. ¿Pero cómo se le ocurrió a esta mujer decir que aterrizó en Bosnia entre disparos de francotiradores?
La trola tiene miga. Primero, cuenta que su marido la envió a Bosnia porque el viaje era demasiado peligroso para un presidente de Estados Unidos. Luego, que había tiroteos al aterrizar, y que hubo que correr entre las balas hasta los coches blindados. Y remata con que no hubo recepción en el aeropuerto, porque en la guerra ya se sabe.
imagino que ha sido una maniobra a la desesperada para ganar popularidad, o enternecer a las masas, ahora que ve la campaña perdida. +
Zapatero, pensando en sus cosas
Me he pasado las vacaciones cavilando. ¿Qué haría yo, si fuera Zapatero? Hablo de lo de formar gobierno. Estos días circulan quinielas por todas partes: que si Fulanito irá a tal ministerio, que si Zutanita tendrá tal otro. Y él, que tiene que llenar las casillas, estará estrujándose las meninges. Porque el hombre encuentra límites por todas partes. Por un lado, sólo puede elegir entre los políticos, profesionales o aficionados. Por otro lado, seguro que hay compromisos, pactos previos, aliados por contentar…
Si pudiera hacer lo que le diera la gana, sería mucho más fácil. Supongamos que está pensando en el Ministerio de Asuntos Exteriores. A ver, a ver… alguien que se pueda pasear por el mundo sin complejos… que hable idiomas… con un título profesional cotizado en todo el mundo… heraldo de la libertad, de la tolerancia y de los derechos humanos… con un hondo orgullo español…y que sea mujer, claro. «¡Que Rajoy me traiga inmediatamente a su niña!».
Un gobierno folclórico es lo que necesita este país, si señor. +
Hay cosas que uno no se espera. Como que exista un Instituto de la Felicidad, pagado por una multinacional de los refrescos. Tampoco se espera uno que el tal instituto haga un estudio sobre la felicidad de los españoles, y resulte que los más felices tienen pareja, pasta, salud y menos de 35 años. Qué sorpresa, señores. Aún más insólito: los menos felices tienden a ser pobres y viejos, y a andar regular de salud. Increíble.
En la presentación del informe, el científico pluriempleado Eduard Punset afirmó que los estudios de la Universidad de Harvard palidecían al lado de éste. En fin, habría que ver esa palidez. Lo curioso, la verdad, es la clasificación por grados de felicidad de las regiones, naciones, nacionalidades, comunidades nacionales y unidades de destino que componen España. Podría pensarse que en las comunidades gobernadas por el PP, que lo ve todo tan negro, habrían de ser desgraciados, mientras en las del PSOE, el partido del optimismo circunflejo, tendrían que estar todo el rato con la sonrisa boba.
Yo pensaba que los españoles eran poco católicos, o muy hipócritas. En cuanto llega la Semana Santa, me decía yo, pasan de penitencias y exámenes de conciencia, dejan colgado al de la cruz y se largan de vacaciones. Venga nieve, playita primaveral, fin de semana en París o refocile en el Caribe. A vivir, que son dos días.
Es lo que tiene no conocer bien el país. Ahora empiezo a saber de qué van las cosas verdaderamente, y veo que, en realidad, el pueblo español es católico a fondo, de los de antes, y cumple en Semana Santa con todos los ritos cuaresmales y todas las cosas que conviene hacer para conmemorar la muerte de Jesús.
Un hombre sujeta al tipo que arrojó una botella al portero del Athletic de Bilbao.
Yo no creo en la justicia vengativa. Hay que reeducar y reinsertar al delincuente, demostrarle que va por el camino equivocado, hacerle reflexionar hasta que sienta amor por la justicia y por sus semejantes. Todos somos personas humanas, hermanos como quien dice, y debemos ayudarnos.
Por eso he pensado que el señor ese del Betis, sí, el capullo que tiró una botella al portero del Athletic, no merece la cárcel, donde sólo aprenderá nuevas maldades y, quizá, a afinar aún más la puntería, sino un programa de rehabilitación a medida. El objetivo es que entienda que el fútbol es lo que ha sido toda la vida: deporte, compañerismo, afán de superación, juego limpio y amistad entre la gente de bien.
Una mujer pasó dos años sentada en el váter.
Es una lástima que Estados Unidos no participe en el Festival de Eurovisión. Lo ganaría de calle y daría espectáculo, porque en materia de frikis, y que me perdone Europa, están mucho más adelantados. Y no lo digo porque tengan un presidente como el que tienen. Lo digo por el asunto del retrete.
Me explico. Es una noticia que esta mañana ha salido por las agencias (pillables más o menos gratis por Internet) y que a mí me tiene estupefacto. Se trata de una señora de Kansas que ha pasado dos años sentada en la taza del water. El novio con el que vivía le llevaba agua y comida y le decía que saliera ya del retrete, pero sin mucho apuro, porque en la casa había otro. Ella, que ni leía, ni cantaba, ni bailaba el «chiki-chiki», ni hacía nada más que estar sentada allí, contestaba que mañana, que aún no había terminado. Y el tipo seguía con lo suyo.
Anatoli reflexiona sobre si los pecados de ahora son como lo de antes, porque antes se cometían pecados como Dios manda. Ahora los manda Gianfranco Girotti: "ser rico es pecado". ¿Pero cómo de rico?
Después de ver el tipo de reflexiones que hacen varios medios de comunicación nacionales y la opinión de algunos 'gurús' de la prensa, Anatoli extrae conclusiones de la jornada electoral buscando "el análisis marciano, la explicación rarita y la tesis original".
Anatoli se pregunta sobre el futuro de Schuster al frente del Real Madrid. Recuerda sus años de jugador y saca conclusiones que, sin duda, podrían cumplirse.
Anatoli descubre el mundo de posibilidades que ofrecen los retoques del Photoshop y se da cuenta de que varias de las confusiones actuales, a diferencia de lo que creemos, están provocadas por el dichoso programa.
Anatoli lo tiene claro: Rajoy ha sido el más friki y se merece ese reconocimiento. ¿El motivo? Esa niña que tanto le preocupa.
Anatoli propone a los dos candidatos que esta noche, para movilizar a los indecisos, apuesten por hacer un guiño a los frikis: una saeta de arrepentimiento por la guerra de Irak o un ojo pintado, al estilo 'Naranja mecánica', podría hacerles ganar un voto.
Anatoli es extranjero y célibe. Está dotado de una poderosa ignorancia, lo que le convierte en un polemista temible. Le gustan el fútbol, los membrillos y los sucesos truculentos. Nunca ha escrito un blog. Parece improbable que le permitan intentarlo de nuevo.
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